Que no recordemos hechos de nuestros primeros meses de vida no significa que los bebés no tengan memoria. Simplemente la memoria del bebé es diferente que la del adulto pues si bien han desarrollado desde antes de nacer las células nerviosas que activan la memoria aún no desarrollaron la conciencia del contexto y del tiempo. Es por eso que un bebé recién nacido es capaz de reconocer la voz de su mamá ya que posee memoria de reconocimiento. Sin embargo no podrá recordar un acontecimiento pasado porque no posee todavía memoria a corto plazo. Este tipo de memoria la irá desarrollando a medida que pasen los días y comience a vivir una rutina y establecer un vínculo con familiares cercanos. Se podría decir que a los 6 meses el bebé ya es capaz de reconocer a personas con las que tiene contacto frecuente y a actuar en base a causa y efecto.
A los 12 meses los pequeños son capaces de recordar mucho más y reconocer lugares que frecuentan, entre otras cosas.
El desarrollo de las habilidades lingüísticas permite que los niños se puedan comunicar y que su memoria se vaya volviendo más consciente. A los 24 meses el pequeño ya puede recordar palabras y frases y expresar lo que siente sin mayores dificultades.