¡Es increíble cómo la ropita que recién le compraste ya le queda chica!
Al estar todo el día con tu hijo es posible que no notes lo rápido que va creciendo, algo que perciben fácilmente aquellos familiares que ven esporádicamente a tu pequeño.
El crecimiento de los chicos no es constante, sino que pasa por períodos de desarrollo más acelerado en los que aumenta de peso y estatura significativamente en muy poco tiempo. En estos casos comúnmente se dice que el niño «pegó un estirón».
Estos cambios acelerados, tan comunes en el primer añito de vida y en la pubertad, también pueden darse en otros momentos aunque quizás no tan notoriamente. Para asegurarse de que los «estirones» estén dentro de los parámetros normales es importante que un médico siga el crecimiento del chico y compare sus medidas con otros pequeños de su mismo sexo y edad.
De todas maneras existen algunas señales que indican que el niño está pasando por un momento de crecimiento más acelerado, algunas de las más comunes son el aumento del apetito, la necesidad de dormir más y ocasionalmente ciertos dolores relacionados con el crecimiento. Si bien puede haber dolores que son normales, ante cualquier duda no hay que dudar en consultar a un especialista.