Un momento muy importante en la vida del bebé es cuando empieza a caminar pues, además de adquirir una perspectiva diferente del mundo, tuvo que recorrer todo un proceso psicomotriz antes de lograr mantenerse en pie.
A los tres meses de vida el bebé empieza a controlar el peso de su cabeza y de esa forma comienza a desarrollar el equilibrio. A los seis meses aproximadamente logra sostener la cabecita sobre el cuello y llega a sentarse solo, alrededor de los nueve meses gatea y es cerca de los doce meses que logra pararse, al principio con ayuda de un adulto hasta que se anima a soltarse e intentar caminar solo. Cada bebé tiene su propio proceso y le puede llevar más o menos tiempo aprender a caminar. Algunos intentan pararse desde los siete u ocho meses, otros, por el contrario, están tan cómodos gateando que demoran mucho más. De todas maneras no debería llevarles más de dieciocho meses alcanzar la marcha autónoma.
Tras varias caídas y nuevos intentos el bebé, poco a poco, logra estabilizar la marcha utilizando lo bracitos para mantener el equilibrio.
En el momento en que el pequeño logra caminar por sí mismo los papás se sienten muy emocionados y él adquiere, por primera vez, cierta autonomía que irá aumentando durante su crecimiento.