Uno de los datos principales cuando nace el bebé es su peso ya que, junto con la talla, proporciona información relacionada con la salud y las perspectivas de crecimiento en el futuro.
El peso normal de un recién nacido puede variar dependiendo si se trata de un bebé que nació a término o de un bebé prematuro.
En el caso de los bebés que nacieron a término el peso estándar está alrededor de los 3 o 3,5 kilos (en la tabla de la OMS es de 3,4 kilos). Un peso menor a 2,5 kilos se considera bajo y un peso mayor a 4 kilos se considera alto.
Al igual que la estatura, el peso del niño debe ser controlado por el pediatra quien hará el seguimiento e informará a los padres si la evolución es normal.
Lo habitual es que en los primeros tres meses de vida el pequeño aumente entre 750 y 900 gramos por mes, en el segundo trimestre entre 500 y 600 gramos mensuales, en el tercer trimestre entre 350 y 400 gramos al mes y en los últimos tres meses del año entre 250 y 300 gramos mensuales.
Existen tablas que indican los estándares de peso al nacer y durante el crecimiento las cuales son orientativas y no sustituyen de ninguna manera los controles médicos. Más allá de que el crecimiento del niño parezca ajustarse a los parámetros habituales, lo más importante es realizar consultas periódicas con el pediatra.