El consumo de agua es fundamental para cualquier persona en todas las etapas de la vida pues el correcto funcionamiento de los órganos del cuerpo depende, en gran medida, de ello.
Sin embargo, durante el embarazo la hidratación es aún más importante pues para que el período de gestación se desarrolle con normalidad los líquidos son fundamentales. Lo recomendable es una hidratación continua y el agua es el elemento clave. Sin embargo, aquellas mujeres a las que les cuesta beber agua constantemente pueden optar por jugos de fruta naturales como una alternativa.
Durante el embarazo la futura mamá pasa por muchos cambios físicos y varios de ellos responden a la dinámica que tienen los líquidos en su cuerpo. Un porcentaje del peso que gana la embarazada corresponde a líquidos y esos líquidos deben salir de algún lado. Lo recomendable para cualquier persona es consumir dos litros de agua por día, la mujer embarazada debería consumir medio litro más por lo menos.
Tomar una cantidad de agua suficiente ayuda también a aliviar algunas molestias propias de esta etapa como, por ejemplo, la hinchazón de las piernas. Además favorece la circulación y la eliminación de toxinas.
Entre las precauciones que se deben tomar respecto a este tema se destacan: no ingerir alcohol pues esto puede traer problemas en el desarrollo fetal, limitar el consumo de bebidas con cafeína y consumir bebidas que no estén muy frías, entre otras cosas.