Luego de dar a luz es normal que la mamá esté inestable emocionalmente y experimente una sensación de tristeza y vulnerabilidad que puede durar hasta dos semanas. Sin embargo, cuando esta sensación se vuelve más prolongada e intensa hay que prestar atención a los síntomas pues se puede tratar de un caso de depresión posparto. Algunos de estos síntomas son: tristeza excesiva, persistentes ganas de llorar, desesperanza, desinterés, cansancio, insomnio, ansiedad, irritabilidad, cambios repentinos de humor y falta de concentración. Es importante tener en cuenta que si estos síntomas persisten hay que consultar al médico quien diagnosticará a la paciente y, de ser necesario, la derivará a un especialista.
Las mujeres que corren más riesgo de desarrollar una depresión posparto son aquellas que padecieron depresión o ansiedad durante el embarazo, que sufrieron depresión posparto en embarazos anteriores, que no cuentan con apoyo social o familiar, que transitan por situaciones de estrés en su vida personal, que tienen antecedentes de depresión en la familia, etc.
Más allá de la situación particular de cada mamá, lo importante es poder reconocer la diferencia entre la sensación normal de tristeza luego de dar a luz y la depresión posparto pues esta última debe ser tratada a tiempo.